top of page

Cómo perderle el miedo a la inteligencia artificial y avanzar en tu vida.

El Treptower Park, a orillas del río Spree, de Berlín, donde los árboles antiguos forman senderos que parecen un bosque dentro de la ciudad; entre esa vegetación, Margarita Vaquer Melo suele correr para soltar la presión del trabajo.


Es un espacio cargado de memoria que guarda desde exposiciones internacionales del siglo XIX hasta el imponente memorial soviético de sus caídos durante la Segunda Guerra Mundial. Allí, en el centro del parque, en el Zenner Biergarten, entre mesas de madera y el murmullo de quienes disfrutan una cerveza al aire libre, situamos nuestra conversación.

En ese contraste tan berlinesco entre historia y vida cotidiana, escenario perfecto para escucharla hablar de lo moderno como es la inteligencia artificial con sencillez y claridad que Margarita transmite por medio de su cuenta en Instagram @ai.margarita


¿Cuál fue tu primer encuentro con la inteligencia artificial? Recuerdas ese momento en que pensaste: Esto va a cambiarlo todo.


Lo primero que hice con ayuda de la inteligencia artificial fue redactar mi currículum para postularme al puesto que hoy ocupo. Como argentina, quería aplicar a un rol en una consultora alemana, pero no tenía claro cómo presentar mi perfil de la mejor manera. Fue entonces, a mediados de 2023, cuando le pedí a ChatGPT que me ayudara a preparar no solo mi CV, sino también una carta de presentación. Poco después, recibí el llamado que cambió mi carrera: hoy soy Project Manager de IA en esa consultora. Podría decirse que ese fue mi primer gran caso de éxito usando la IA.


Muchos sienten curiosidad, pero también miedo o desconfianza hacia la IA. ¿Por qué crees que asusta tanto, y cómo ayudas tú a cambiar esa percepción?


Creo que gran parte del miedo a la Inteligencia Artificial viene del desconocimiento. Cuando algo no lo entendemos y encima nos lo explican con un lenguaje técnico y complicado, es fácil imaginarlo como un «monstruo» que viene a quitarnos trabajos o a cambiar de golpe nuestras costumbres.

Por eso, mi forma de aportar es bajar todo ese ruido a un lenguaje simple y cotidiano. Me gusta explicar la IA con ejemplos cercanos, para que cualquiera pueda entenderla, probarla y perderle el miedo. Al final, no es más que una herramienta: si la usamos bien, puede potenciarnos muchísimo más de lo que podría reemplazarnos.


¿Qué papel crees que debe jugar la educación en este nuevo contexto? ¿Estamos preparando a las personas para convivir con estas tecnologías?


Creo que la educación es clave, no solo en este contexto, sino en cualquiera. La tecnología avanza tan rápido que todos, incluso quienes estamos superinmersos en este mundo, seguimos aprendiendo día a día.


Yo no me considero una educadora, pero sí alguien que busca facilitar el acceso a este conocimiento. Si puedo explicar algo de forma simple y ayudar a que otra persona entienda y se anime a usar la IA, ya siento que estoy aportando mi granito de arena para que podamos convivir mejor con estas herramientas.


Hay quienes ven la IA como una amenaza para el empleo. ¿Tú cómo lo ves: riesgo real o transformación inevitable?


Yo siempre digo que la Inteligencia Artificial, bien usada, es un potenciador enorme. La veo como una aliada estratégica, no como una enemiga. Hace poco leí una frase que me quedó grabada: «La IA no viene a quitarle el trabajo a nadie, pero quienes sepan usarla sí tendrán ventaja sobre quienes no la usen». Y creo que es tal cual.

Esto ya es un hecho: la IA existe, está entre nosotros, y como pasó con Internet en su momento, siempre que llega una tecnología tan potente, aparece el miedo y la necesidad de reorganizarnos. La clave ahora no es pelear contra su existencia, sino aprender a usarla para que se convierta en un aliado que nos potencie en lugar de una amenaza que nos asuste.

 

Como divulgadora, ¿cuál ha sido la reacción más sorprendente que has recibido al explicar cómo funciona una IA?

Hace poquito más de dos meses empecé a compartir sobre Inteligencia Artificial, primero con familiares y amigos. La verdad es que todo nació gracias a mi hermana, que es arquitecta, y no tenía nada que ver con este mundo. Un día estaba desbordada de trabajo y yo le dije: «¿Por qué no pruebas con la IA para ordenar tus ideas?». Al principio me dijo «era una porquería y que no servía para nada…» pero en cinco minutos, me senté y gracias a la ayuda de un chatbot, logré organizarla y quedó fascinada.

Desde ahí, se puso a investigar, tomar clases, aprender y experimentar por su cuenta. Esa fue la reacción más sorprendente para mí: ver cómo alguien que al principio desconfiaba tanto, pasó a convertirse en una entusiasta de estas herramientas. Hoy, incluso, somos «socias» en esta misión de acercar la IA a todos, no solo a quienes ya trabajamos en tecnología, sino también a quienes nunca imaginaron que podían usarla.

 

¿Qué consejos darías a alguien que no tiene formación técnica, pero quiere empezar a entender y utilizar herramientas de inteligencia artificial?

La mayoría de las personas que me siguen en Instagram no tienen formación técnica, y mi consejo siempre es el mismo: ¡animarse! La mejor forma de aprender es probando. Hoy, la gran mayoría de las herramientas son seguras y no vas a «romper» nada por experimentar.

No hace falta que el primer día la IA te organice la vida entera. Empieza con cosas simples, juega, explora, descubre para qué te sirve y para qué no. Tómalo como un proceso lúdico, no como un examen. Después, todo se puede mejorar y perfeccionar, lo más importante es dar el primer paso.

 

Desde tu experiencia, ¿hay alguna aplicación de IA que te parezca especialmente útil o fascinante en la vida cotidiana?

Hoy es difícil encontrar una aplicación que no tenga algo de Inteligencia Artificial. Pero si tengo que elegir, sin dudas, me quedo con los chatbots: son prácticos, versátiles y, para el día a día, me parecen la forma más útil y fascinante de acercar la IA a cualquier persona.

 

¿Qué peligros reales ves en el uso de la inteligencia artificial si no se gestiona con responsabilidad?

Como todo en la vida, si no se usa con responsabilidad, la Inteligencia Artificial puede ser peligrosa. Por eso insisto en que las personas sigamos pensando por nosotros mismos: la IA puede ser una excelente aliada, pero nunca debe reemplazar nuestro criterio ni nuestra capacidad de decidir por nosotros mismos.

 

¿Cuál es tu opinión sobre el uso de la IA en la creación artística? ¿Es una herramienta, una competencia o una nueva forma de expresión?

No soy artista, soy ingeniera, así que no tengo una opinión formada sobre el uso de la Inteligencia Artificial en la creación artística. Sería poco prudente opinar desde un lugar que no conozco en profundidad. Estoy segura de que hay personas que la usan de formas maravillosas y otras que no tanto, pero ahí prefiero escuchar antes que opinar.

 

¿Cómo manejas tú misma el equilibrio entre el entusiasmo por lo nuevo y la necesidad de ser crítica con sus implicaciones?


Me entusiasma mucho lo nuevo, pero siempre trato de mirarlo con sentido crítico. Cuando aparece una herramienta, la pruebo, investigo cómo funciona y me pregunto si realmente aporta algo a mi vida personal o profesional, o si simplemente es algo que quizá sirva a otros, pero no para mí.


Por ejemplo, por más que existan apps para todo, mi agenda para organizar mi vida la sigo haciendo con lápiz y papel. No todo lo nuevo tiene que reemplazar lo que ya funciona para uno, y creo que ahí está el equilibrio. Cada uno tiene que buscar aquellas herramientas que le simplifiquen la vida, no las que agreguen más ruido del que ya tenemos.

 

En tus redes, transmites cercanía, claridad y pasión. ¿Qué te inspira a seguir creando contenido y motivando a otros a aprender?


Soy muy nueva en esto: mi red no tiene ni tres meses. Por ahora me inspira lo mismo que el primer día: hablar como si le estuviera explicando a familiares y amigos.


Aunque hoy ya somos más que ese círculo cercano, mi objetivo sigue siendo el mismo: contar de forma simple y clara este maravilloso mundo de la Inteligencia Artificial que tanto me apasiona, para que más personas se animen a explorarlo.

bottom of page